lunes, 20 de julio de 2015

La Atención Temprana en Andalucía, una síntesis, una reflexión.

Hasta ahora, el tema de la atención temprana en Andalucía, se ha ido
solventando mediante subvenciones a aquellas entidades que cumplían
los requisitos necesarios, tanto de capacitación, titulación, solvencia,
accesibilidad, etc.

Las dificultades provenían de la forma de asignar cada caso a uno u otro
CAIT (Centro de Atención Infantil Temprana) en función de los
diagnósticos o sospechas de padecer unos u otros trastornos, patologías o
como se les quiera llamar, dificultades que se resolvían más o menos bien.

Ya el curso pasado la Consejería de Salud intentó cambiar la forma en que
se subvencionaba la Atención Temprana, proponiendo a las asociaciones
de familiares, crear una UTE (Unión Temporal de Empresas) La idea que se
transmitía es que la Consejería tenía la intención de sacar a concurso de
licitación pública toda la AT de Andalucía de forma que los centros fueran
generalistas y que las asociaciones que hasta el momento venían
encargándose de la Atención Temprana tendrían entre todos,
reconvertidos mediante la forma de UTE, la capacidad de atender a todas
las patologías.

Evidentemente las asociaciones de familiares, bastante tienen ya con estar
supliendo el trabajo de la administración sin beneficio económico y con
una alta calidad, como para acometer además la empresa de crear un ente
económico/administrativo simplemente porque la Consejería de salud les
diga que le apetece sacar un concurso público de externalización con el
argumento de que así, no estamos ante subvenciones graciables, sino ante
un concierto que se cobraría mes a mes.

La negativa de las asociaciones a esta propuesta fue clara desde el
principio, la Consejería prorrogó la situación como estaba, pero hete aquí
que en los últimos días de diciembre, se saca en el BOJA la orden que
elimina todas las subvenciones y establece un convenio marco al que han
de adherirse las asociaciones o entidades que pretendan seguir dentro del
sistema de Atención temprana.

Se llama a las entidades a reunión consultiva, más bien explicativa,
puesto que según el acuerdo marco los requerimientos pedidos son
literalmente imposibles de cumplir, lo primero porque exigen que las
entidades sean generalistas. Tampoco queda claro cuantas horas de
servicio se van a pagar puesto que aunque se incluye una tabla de
horas/tipo de patología, no se aclara que carácter tendrían otra serie de
horas requeridas para dar el servicio, ya que éste incluye la obligación de
atender a colegios, atención familiar, tiempo para todos los días actualizar
la base de datos del sistema informático de la Consejería, tiempos de
evaluación de la persona, creación de informes y necesidad de reuniones
de los equipos terapéuticos.

Hasta ahora muchas de esas cosas se estaban haciendo por parte de las
entidades, si bien los padres contribuíamos con un pago simbólico o no,
según las circunstancias de cada entidad y cada caso (no es lo mismo
visitar un colegio en Sevilla capital que trasladarse a Osuna, por ejemplo)

Sin embargo según el acuerdo marco, ahora,  el copago estaba prohibido.

Ante esta situación las explicaciones de los representantes de la
Consejería de Salud fueron que en el cómputo de horas que se pagarían
entraban todas, es decir, si un chico por su patología, entra dentro de la
tabla en la que se le asignarían de 6 a 8 Unidades Mínimas de Atención
Temprana (UMATS), podría considerarse que una parte de estas se
podrían dedicar a todas estas otras labores imprescindibles pero que no
son de atención directa al chico/a, siempre que no hubiese un
desequilibrio y que la atención directa fuese superior en horas a las
demás.

Sobre el tema de si las entidades son generalistas o no se explicó que este
concierto era por dos años, y que se iba a priorizar que los chicos se
mantuviesen en el sitio en donde ya estaban, por lo cual, lo normal es que
no hubiese problemas, puesto que las asociaciones atenderían a los que
ya tenían y a los que tuviesen en lista de espera (quienes los tengan) y
además la Consejería podría considerar no solo el criterio de proximidad
sino el de centro de referencia.

El acuerdo marco exigía también una serie de profesionales habilitados
mínimos, pero no establecía cuantos, independientemente del número de
chicos atendidos, es decir, teniendo por ejemplo un logopeda, un
psicólogo y un fisioterapeuta ya puedes concursar, independientemente
de si atiendes a 15 o a 100 casos.

A las dudas sobre una serie de servicios que se debían de dar pero no era
factible todavía incluirlos en el sistema Alborada, que es donde se registra
la actividad o sobre  que sucede con temas como la posibilidad de cierre
en agosto por vacaciones del personal  o de las propias familias que
pueden no acudir, se dice que el sistema se va a actualizar pero poco a
poco pero no se dan mayores soluciones al asunto, hay que concurrir al
concierto, prácticamente “a ciegas” sobre lo que pueda pasar confiando
en la buena fe de la Consejería de Salud.

Otra duda capital era que si el copago estaba prohibido, y la Consejería no
iba a pagar cosas como por ejemplo la evaluación psicológica de cada caso
que se derive, quien iba a hacerlo. Aquí se nos dijo que efectivamente los
padres no podían pagar por este concepto pero eso no era óbice para que
pagasen por otro “concepto” que no tuviese el mismo nombre.

Es decir, veladamente se está sugiriendo a las entidades, establecer copagos de
servicios enmascarados bajo otro nombre pero corriendo con la
responsabilidad de incumplir el pliego de condiciones y ser sancionados.


En esa reunión, se aseguró también que la Consejería sacaría una
convocatoria extraordinaria para pagar a las entidades o a las familias que
desde enero de 2015 hasta la fecha del concierto hubiesen estado
prestando el servicio o pagándolo de su bolsillo. Por ello y con la mejor
voluntad, muchas entidades siguieron atendiendo a los chicos sin cobrar,
algunas sin poder pagar a sus trabajadores, y contrayendo una deuda que
a día de hoy sigue creciendo, Otras entidades informaron a las familias de
que no podrían mantener un servicio gratis y que mientras no hubiese tal
convocatoria, lo tendrían que sufragar hasta que la Consejería lo pagase y
se les devolviera ese dinero.

Es decir, según las instrucciones dadas en la reunión explicativa todas las
asociaciones podrían concurrir aunque realmente ninguna pudiera
cumplir literalmente lo que se iba a firmar

Ante este panorama, las asociaciones, con muchas reservas, optan por
seguir adelante con el proceso mientras haya posibilidades de que la
Consejería con su talante de buena disposición mostrado vaya resolviendo
los flecos y dudas pendientes.

La sorpresa surge cuando después de tanto esfuerzo sale por fin la
resolución de la adjudicación del acuerdo marco, en el cual se asignan a
las entidades menos horas de las supuestamente necesarias para que la
actividad sea viable, esto solivianta a las asociaciones que piden una
reunión explicativa, en la cual concedida pocos días antes del plazo para
firmar,  se aclaran solo algunos puntos:

- La Consejería es la que “compra” o concierta las horas que quiere
entre la que las entidades ofertan, es decir, nada que ver con la
tabla de asignación de horas/UMATS de referencia.

- Las horas adjudicadas deben ser de atención directa sobre el menor
(es decir las otras, familia, colegio, informes, evaluación, etc.) no se
pagan.

- Si un menor no acude a consulta esa hora no se paga. (aunque el
trabajador deba estar contratado por la entidad y cobrando su
sueldo)

- El copago está prohibido, las entidades verán lo que hacen para
financiar la AT, pero la responsabilidad de hacerlo es suya, no de la
Consejería.

- Las vacaciones de navidad, semana santa o verano no están
contempladas, solo se pagarán aquellas horas de atención directa al
menor que se den efectivamente.

- Sobre el tema de la promesa de pagar la deuda acumulada hasta
este mes (hablamos ya de junio, son 6 meses) por las terapias
ofrecidas o pagadas por los padres como adelanto, NADIE SABE
NADA.

- Es decir, donde dije digo, digo Diego
En este punto las asociaciones recriminan a los representantes de la
Consejería que han cometido una grave irresponsabilidad, con este
asunto y la percepción es que han sido engañados

Además,  se sabe ya que la Consejería vuelve a dividirse en dos, por un
lado Sanidad y por otro Bienestar Social, y cabe la posibilidad sino casi la
certeza de que la mesa de contratación de AT no va a estar en salud sino
en la otra consejería, con lo cual el pago del mismo concierto, aunque se
firme, seguramente se tardaría en cobrar más tiempo del esperado.

Ante este panorama, algunas asociaciones renuncian a firmar el acuerdo
marco porque supone que las asociaciones correrían con al menos la
mitad de los gastos, que además cobrarían en fecha no garantizada,  lo
cual supone hundir las entidades en muchos casos.

Mediante estas instrucciones algunas entidades exponen que se está
atentando contra el derecho de los trabajadores, la calidad del servicio
por ser inviable económicamente, y recriminan el doble discurso de la
Consejería ya que se dan instrucciones verbales por un lado pero se obliga
a firmar otra cosa diferente, quedando de facto “vendidos”.

La situación actual es que no se están firmando los contratos del concierto
derivado, algunas asociaciones ya han dicho que no lo van a firmar bajo
estas premisas y otras se mantienen a la espera de la contestación de la
Consejería a diversos escritos enviados.

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No entendemos, y seguimos sin entender la querencia de la Junta de
Andalucía sobre el tema de los centros generalistas. Nunca han acabado
de entender que un centro de Atención Temprana es muy difícil que
pueda ser realmente generalista a no ser un mega-complejo hospitalario
lleno de especialistas, y aun así jamás conseguirían la efectividad en
cuanto a la atención que pueda conseguir una asociación de familiares
dedicada a una atención específica.

Las asociaciones de familiares que han alcanzado cierto desarrollo tienen
un potencial de calidad de atención muy difícilmente superable en el caso
de por ejemplo los trastornos del espectro autista.  Una asociación de
padres lleva a cabo la A. T. desde un punto de vista multidisciplinar que
actúa sobre el aprendizaje del niño, la atención psicológica especializada e
individualizada para cada caso, atención psicopedagógica con visitas a
centros escolares y coordinación con los tutores y los Equipos de
Orientación Escolar. Actúan sobre la familia con escuelas de formación de
padres, grupos de apoyo. Actúan sobre el entorno y el tiempo libre
formando grupos de ocio y lo que es más importante, pueden actuar
directamente y monitorizar el proceso de aprendizaje de habilidades
sociales en grupo. Para ello se necesitan psicopedagogos,
neuropsicólogos, logopedas, psicólogos especializados y trabajadores
sociales, es decir, se contrata y forma a los profesionales que las familias
saben que se necesitan y además se crean las actividades que las familias
saben mejor que nadie, responden a sus intereses.  Continuamente se
proponen nuevas alternativas, se apoya la investigación y lo que es más
importante, los resultados se ven.  Esta suele ser la norma en la
intervención terapéutica que se da en las asociaciones.

Nada que ver con la otra concepción de la asistencia sanitaria y/o de la
Atención temprana, la que parece ser a la que se dirige la Junta de
Andalucía: Concierto de licitación pública competitiva con todo tipo de
entidades bajo la base de quien lo hace más barato y exigiendo que los
centros sean generalistas, es decir, que atiendan por igual una parálisis
cerebral, un trastorno autístico, una hipoacusia o un síndrome de Down.

¿Qué tienen en común las intervenciones y sobre todo las necesidades de
tan diferentes colectivos?

Además, según este modelo se derivaría a los menores al centro más
barato (según la lista de adjudicaciones) y al que esté más cercano.  Quien
hace esta asignación es un funcionario que sin ver al menor,  decide,  no
solo cual es el centro al que se le asigna, sino cual es la cantidad requerida
de horas de intervención terapéutica.

¿Por qué no se establecen convenios con centros específicos si lo están
haciendo bien, con cariño y con la especialización requerida? ¿Porque no
se prima y se refuerza el esfuerzo de las familias que han creado
estructuras especializadas con una óptima respuesta terapéutica?

 La sospecha es que la Junta de Andalucía, manteniendo el discurso
contrario, en realidad está abriendo el camino a la privatización de la
sanidad comenzando por la Atención Temprana, derivando a los menores
a centros privados concertados, en los que primará el criterio del beneficio
económico y en donde los profesionales que trabajan dirigirán los
pacientes a la privada. La Atención temprana sólo puede ser negocio
bajando los costes, haciendo que quienes intervengan con los menores
sean alumnos en prácticas, becarios, etc. Mano de obra barata o gratuita y
sin especialización alguna. Trabajo precario,  calidad ínfima, pero eso sí,
una gran dosis de marketing.

La sospecha generalizada que se abre camino, es que este concierto de
dos años, va a servir para “quitar de en medio” a las asociaciones sin
ánimo de lucro, manteniendo a las familias que ya están siendo atendidas
para que no protesten de momento, pero comenzando a derivar a los
nuevos menores que entren a los grandes  centros privados. El negocio de
la salud está servido.

No es entendible que se trate algo como el derecho de los niños a una
atención temprana de calidad, como si licitáramos obras publicas o
trabajásemos con  ladrillos.

¿Y qué va a pasar con los menores en este proceso? ¿le importan a alguien
que no sean a las asociaciones de familiares sin ánimo de lucro?. Obras
son amores, por sus hechos los conoceréis, parece ser que no, a nadie
parecen importarle los menores excepto a sus padres.

Los padres hemos asistido a este proceso informados día a día por las
asociaciones y creemos que es el momento de exigir una Atención
Temprana de calidad, que dependa del Servicio Andaluz de Salud, y que no
responda a criterios de rentabilidad económica para entidades privadas
sino de la optimización del servicio utilizando los recursos que ya tiene la
sanidad pública o los creados por entidades sin ánimo de lucro creadas
por padres y familiares. No hay nada más caro que lo que parece barato
hoy. La inversión en Atención Temprana hoy es el ahorro en salud mental
y en dependencia mañana.

Es necesario recurrir al sentido común, apartando intereses tanto
partidistas como los posibles intereses económicos que se muevan de
fondo, y dejar de poner parches a la situación. Se necesita escuchar a los
padres y madres y a sus organizaciones, se necesita amplitud de miras y
un concepto social del gasto público, que revierta en la salud y el bienestar
social y no en los bolsillos de unos pocos.

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